Cuando los melómanos, al menos los menos tradicionalistas o estructurados, se sientan en la butaca a la espera que levante el telón para una nueva función de Buenos Aires Lírica, saben que todo puede ocurrir cuando la representación comience. Sorpresa, innovación, calidad y aires renovadores son las variables que identifican a la organización y que en esta última producción de la temporada 2014 estuvieron presentes en Roméo et Juliette.

Hacer la crítica de una obra teatral multipremiada, invitada a muchos festivales nacionales e internacionales de teatro y a más de 15 años de su estreno, es redundante. Más aún cuando la misma ha sido elogiada de manera unánime por la crítica y acompañada siempre por el público. Lo que no se puede obviar y es necesario de destacar, es el hecho de su traslado a la Av.

Hay cientos de estilos dentro de la comedia como género teatral. Vaudevilles, de enredo, románticas, de humor físico, dramáticas, etc. Dicha variedad les exige a los actores que desempeñen esa cuerda una ductilidad extrema para adaptarse, aún dentro de la misma pieza, tanto a momentos jocosos como dramáticos. Los intérpretes de estas comedias son, en muchas ocasiones, el factótum del éxito de la propuesta. Esto ocurre en Intimidad Indecente, obra de la brasilera Liehla Assumpçáo en donde Arnaldo André y Marta González demuestran todo su oficio y presencia escénica.

Buenos Aires Lírica, la asociación de ópera sin fines de lucro que presenta sus espectáculos en el Teatro Avenida de esta ciudad, da a conocer al público, a los artistas, a los sponsors y a los medios su duodécima temporada, que se iniciará el 30 de abril de 2015.

Una mezcla entre drama, comedia costumbrista y un toque de fantasía es lo propone Jacques Offenbach en su ópera Los cuentos de Hoffmann donde una melódica partitura entonada en francés deleita a la audiencia en todos sus bellos pasajes.

Juventus Lyrica se embarca en esta nueva producción de una ópera conocida por su directora, Ana D’Anna, en la cual el público pudo apreciar a lo largo de sus casi 3:30hs de duración (una versión completa de la misma de la obra de Offenbach) con un nivel vocal homogéneo dentro de una cuidada puesta en escena.

El Turco es un taxista, nacido y criado en Parque Patricios, cansado del caos de la ciudad de Buenos Aires, la cual ama y odia en partes iguales. Separado y padre de dos hijos-Tito y Beto- vive en un hotel y visita esporádicamente a sus hijos ya mayores. Su madre, Doña Beba, aún vive en el barrio de su infancia. Una señora viuda que fuma y “putea” sin cesar desde que se murió su marido, siendo esas cosas, junto a sus gallinas y gatos, sus únicos placeres.

Milagros del corazón del autor ruso Alexis Arbusov estrenada hace dos temporadas en la Sala Payro de Mar del Plata, puede verse actualmente en el Teatro Regina de Buenos Aires, inaugurando la temporada oficial de dicho teatro.

La obra, aunque emotiva y sentimental, necesita de un público teatral habituado a textos profundos y nada pasatistas. Se compara el estilo de Arbusov con el de su compatriota Chevoj, aunque la pluma de este último es notoriamente superior y esta pieza está lejos de ser un clásico.

La fórmula, casi ineludible, para el armando de cualquier show de verano que se presente en Mar del Plata durante la temporada teatral debe contener humor, música, bellas mujeres y lograr que el público participe activamente. Este esquema se repite año tras año con dispar suceso en toda la peatonal Rivadavia donde humoristas, músicos y actores transformistas intentan captar gente para sus show mediante el consabido 2x1.

El mundo del bel canto y de la lírica sufre un vuelco notorio cuando Plácido Domingo, José Carreras y Luciano Pavarotti deciden juntarse y realizar una serie de recitales en lugares que no fueran teatros líricos y utilizando micrófonos. Excomulgados por los más puristas de ese arte, los Tres Tenores popularizan bellas arias de operas conocidas y solo disfrutadas, hasta ese momento, por lo melómanos. A partir de ahí, no solo el prestigio mundial de esos tenores y sus arcas se engrosan, sino que habilita el camino para que otros emulen sus actos.