Los cuentos de Hoffmann
Por Fabián D´AmicoCertera puesta en escena y dirección musical donde se destaca la cuidada estética de Gonzalo Córdoba.
Una mezcla entre drama, comedia costumbrista y un toque de fantasía es lo propone Jacques Offenbach en su ópera Los cuentos de Hoffmann donde una melódica partitura entonada en francés deleita a la audiencia en todos sus bellos pasajes.
Juventus Lyrica se embarca en esta nueva producción de una ópera conocida por su directora, Ana D’Anna, en la cual el público pudo apreciar a lo largo de sus casi 3:30hs de duración (una versión completa de la misma de la obra de Offenbach) con un nivel vocal homogéneo dentro de una cuidada puesta en escena.
Una festiva apertura en una taberna a la espera de Stella, una prima donna de la ópera, es amenizada por Hoffmann quien relata a los parroquianos sus historias de amor bajo los efluvios de una exótica musa. Su enamoramiento por la muñeca Olympia, su amor en Venecia donde es seducido por Giulietta y sus malas artes y Antonia, su última y trágica amante con un final dramático previo al epílogo de la velada, conforman la estructura de la ópera vestida por María Jaunarena y enmarcada en una funcional escenografía de Gonzalo Córdoba, el que sorprende una vez más con una sutil y precisa iluminación creando logradísimos climas.
Un enérgico y vivaz director de orquesta pudo verse desde el foso. André Dos Santos, logra un manejo preciso dela orquesta y crea una equilibrada comunión con el director de coro Hernán Sánchez, quien se destaca en las escenas corales con un elenco que responde a sus requerimientos.
En cuanto a los protagonistas principales, Mariano Spagnuolo, en un rol demandante y presente en casi toda la función, se muestra un tanto forzado para logra la emisión correcta de su voz descuidando así la naturalidad en su rol como actor. Los roles de los villanos, cubiertos de manera solvente por Pol González son la contrafiguras destacadas del romántico Hoffmann. El parejo elenco femenino (Laura Pisani, Eugenia Fuente y Carolina Gómez) se destaca frente a un correcto y joven elenco secundario.
Los cuentos de Hoffmann es una ópera que exige una atención continua debido a los cambios de lugares, personajes, tiempos y toques de fantasía, donde solo el protagónico principal es parte de toda la historia. Un desafío que Ana D´Anna sortea con una dirección precisa, un refinamiento estético (hay escenas grupales que remiten a escenas pictóricas renacentistas) que logra gracias a su labor en conjunto con Córdoba y Jaunarena y un acertado criterio de unión entre escenas en un todo armónico.
