Socorro, me caso

Por Silvia Sánchez

El mundo femenino a partir de una situación concreta: la fiesta de casamiento.

Se acaba de estrenar en el Teatro de la comedia, Socorro me caso, una comedia unipersonal escrita por Christian Vivas y Hernán Traverso, protagonizada por Nadia Bagdadi, con dirección general de Liliana Pecora

El mundo femenino con todos sus lugares comunes, aparecen esta vez a partir de una situación concreta: la fiesta de casamiento.

A partir de en ella, la actriz Nadia Bagdadi repartirá su histrionismo en varios de los personajes típicos que aparecen: la novia (embarazada), la madre (alcohólica y demandante), la suegra (obviamente mala), la cuñada (una solterona resentida); personajes que irán cobrando espesor a partir de un buen trabajo actoral que privilegia al cuerpo como fundamento de la emoción.

Todos esos personajes articulan, a través del procedimiento teatral del encuentro personal, el avance de la acción y logran recrear conflictos y situaciones antagónicas, a pesar de ser un solo cuerpo el que puebla la escena.

El espacio escénico está ambientado como si se tratara realmente de una fiesta de casamiento y en tal sentido, el espectador parece participar de ella.

Si bien el trabajo de Bagdadi es bueno, Socorro me caso no logra apartarse de ciertas ideas obvias sobre el mundo femenino y sus aledaños.

Como tantos otros espectáculos ligados a la misma problemática, hay un pérdida de la metáfora (en el sentido que lo que se dice no implica ningún sentido nuevo) que atenta contra el vuelo de una temática que parece de antemano, más sencilla de abordar.

Aún así, Socorro me caso puede ser un buen pasatiempo para los amantes del género, para aquellos que saben que pueden demandar, y que no.