Recuerdos peligrosos

in Listado general
Por Fabián D´Amico

Emilia plantea un drama realista sobre una familia construida sobre bases débiles. Se destacan Elena Boggan y Carlos Portaluppi en intensas actuaciones.

Las relaciones familiares disfuncionales es el material preferido por Claudio Tolcachir a la hora de retratar a los seres que emanan de su creatividad. Personas con traumas y trastornos cuyos vínculos construyen un drama muy argentino con un estilo particular, una marca de autor que Tolcachir supo ganar a lo largo de su producción. Emilia sigue la huella que dejo La omisión de la familia Coleman en cuanto a ciertos cánones del autor pero en esta obra hay una mayor fuerza dramática, donde el lugar para la risa y distensión es casi nulo.

Walter encuentra por casualidad a Emilia, la persona que se encargó de su crianza cuando era niño. Ese encuentro despierta muchos recuerdos en ambos. Walter anhela incluir a su querida niñera en su nueva familia, compuesta por una mujer depresiva y un extraño adolescente. Las reuniones de este cuarteto resultan tan interesantes como difíciles de digerir. Los fantasmas de la niñez de Walter afloran como dagas en la boca de Emilia, los cuales debilitan, aún más, la frágil figura paterna del hombre y lo disminuye como marido. Un quinto elemento entra en juego y cambia el rumbo y el desenlace de la obra: el verdadero padre del adolescente.

Juegos bruscos, diálogos hirientes y filosos, actuaciones realistas y un relato en primera persona de Emilia, que se entremezcla con la acción dramática, son los elementos que dan vida a la obra. Esta historia fuerte y descarnada, paraliza al espectador y lo obliga, en ocasiones, a desviar la mirada de la escena para desvincularse de la crudeza del relato.

Tolacachir se luce en Emilia como dramaturgo, pero ese mérito viene de la mano de su dirección minuciosa y precisa de los actores. Son los protagonistas- y los cuerpos- de este drama y su devenir quienes construyen la trama y no al revés. La historia, contada con palabras certeras, es vivida intensamente por cinco actores que emocionan a la audiencia gracias a una entrega encomiable potenciada por la cercanía con la platea

La entrañable y un tanto enfermiza relación entre Emilia y Walter está magistralmente representada, desde un naturalismo que conmueve y espanta en partes iguales, por Elena Boggan y Carlos Portaluppi. Junto a ellos, un acertado Francisco Lumerman en la piel del joven aturdido por padres desquiciados. Completa el elenco Adriana Ferrer y Gabo Correa en roles menores aunque desencadenantes para la tragedia final.

Emilia propone un acercamiento, casi vouyerisitco, a la urticante realidad de una familia argentina plagada de amores, odios, y contrariedades. Una obra que no acaba cuando baja el telón sino que queda en la mente del espectador y requiere de debates, café de por medio, a la salida de la función.