La persuasión

in Listado general
Por Silvia Sánchez

Un texto que interroga a la clase media argentina, en una interesante puesta de Luciacno Cáceres.

"Argentinos: Dios y la seguridad van a triunfar", dice Clara, quien ha perdido a su marido y quien a partir de esa pérdida, se constituirá en referente de una clase media tan neurótica como autorreferencial.

En La persuasión, pieza que se acaba de estrenar en el Teatro Cervantes, Erika Halvorsen (su autora) intenta desentrañar la construcción de sentido que los medios hacen, a partir de la historia de dos hermanas (Clara y Betty) y del secuestro del marido de una de ellas (Armando). La protagonista culpará a "Alqaeda" de dicha desaparición y con la ayuda de su hermana, ese disparate se convertirá en una verdad tan cuestionada como efectiva.

En ese recorrido, que lleva a Clara de denunciar ante los medios a la organización terrorista de Bin Laden como culpable, hasta la candidatura a presidenta de la nación; los tópicos de la clase media son repensados y claramente cuestionados. No se salva casi nadie: Mirta Legrand, Susana Giménez, Marcelo Tinelli y su Bailando contra el terrorismo, el corralito, la vida en los barrios privados y hasta alguna que otra imagen de aquellas multitudinarias y encendidas marchas del ingeniero Juan Carlos Blumberg. También el personaje de Betty (interpretado por Cristina Fridman), quien solo vive a través de su PC y de la vida de su hermana.

Aunque al promediar la puesta el texto crezca en otra dirección ofreciéndole además al espectador una trama amorosa y policial, lo más interesante de La persuasión, es -vaya paradoja- su puesta en escena.

Con dirección de Luciano Cáceres, la misma se mueve a partir de varias imágenes de diversas índoles: “reales”, proyectadas sobre una pantalla y “en vivo”, capturadas por cámaras que manipulan tanto el relator (un muy buen trabajo de Ignacio Rodríguez de Anca) como la asistente de video, Verónica Mc Loughlin.

La iluminación y la escenografía de Gonzalo Córdova son otros de los hallazgos.