Desde el sillón

Por Fabián D´Amico

Ana esta sola en su departamento. Hace cinco horas que no se mueve del sillón. Piensa y piensa, se replantea actitudes, acciones y en particular su vida rutinaria. La muerte repentina de una vecina, con la cual mantenía solo un trato social, sacude la comodidad en la cual estaba encuadrada su vida y la hace enfrentarse con el fantasma de la muerte. ¿Que sucede si me muero en este momento? ¿A quien le va a importar mi muerte? ¿Qué cosas me quedaron por hacer? Esas y muchas preguntas se transforman en paradigmas frente a lo efímero de la existencia que Ana se plantea sin encontrar tal vez ninguna respuesta.

Emmanuel De Martino es el dramaturgo de este monólogo musical que funciona como diatriba, como un discurso que injuria las exigencias de una sociedad que pretende mucho de los jóvenes pero que poco se preocupa por allanarle el camino para sus logros personales. El autor plantea un relato donde el vuelo poético está más presente en las canciones de Los Beatles, Queen, David Bowie, Amy Winehouse, y Alanis Morissette-entre otros- que en los textos de su autoría.

El logro como creador se manifiesta en la manera de presentar los temas musicales dentro de un texto dramático-alejando la propuesta de un mero show musical - donde la actriz comienza a cantar la canción en su lenguaje original para finalizarla en español, dejando en claro que el tema elegido se condice con la trama que se relata.

Otro punto destacado, tal vez el mayor resultado, es el trabajo como puestista y director de De Martino. Cumple con una premisa teatral de cada pieza de la escenografía esta colocada sobre el escenario para ser utilizada, transformando los escasos elementos- sillón, lámpara de pie, control remoto, linterna- en piezas que cobran vida y sentido dentro del universo de la protagonista.

Resultados exitosos que continúan en una dirección precisa y detallista de Gabriela Bevacqua. Actriz fetiche de la factoría Pérez Costa y protagonista femenina de Calígula, el musical de Pepe Cibrían, Bevacqua encarna a Ana desde una fragilidad extrema, dotándola de infinidad de climas que van desde la introspección hasta el logrado delirio final y consigue un delicado equilibrio entre la actriz comprometida con un rol dramático y la excelente cantante que reafirma ser en cada tema musical.

Una sólida banda dirigida por Martín Mazzón acompaña en vivo a la actriz en este unipersonal que muestra que los cambios que se deben plantear y resolver en la vida nacen desde uno, a pesar de los escollos externos.

“Desde el sillón” propone un mensaje esperanzador con toques filosóficos, pleno de humor y buena música.