Trastornados

Por Fabián D´Amico

Todo el talento del grupo Zapping al servicio de un entretenido music hal

Al momento de elegir algún espectáculo dentro de la vasta cartelera teatral marplatense uno debe anteponer varias variables antes de decidirse por alguna propuesta. Precio de las localidades, artistas de renombre, grandes producciones, actores de moda por algún éxito televisivo. Una vez descartadas estas y en el mejor de los casos luego de haber visto todas, con algún dinero sobrante en el bolsillo se puede optar por ver que están haciendo las figuras mediáticas sobre un escenario.

Desde la estridente marquesina del Teatro La Campana, lo más destacados artífices y protagonistas de los programas mediáticos televisivos argentinos nos invitan a presenciar un espectáculo cómico musical. La Tota Santillán, Jacobo Winograd, las mellizas griegas, novias despechadas de figuras mediáticas, segundas vedettes conocidas por escándalos con capo cómicos y demás hierbas son las estrellas de este show

Vencido el prejuicio de sacar la entrada a este tipo de propuesta, uno puede llevarse una grata sorpresa como ocurre en este caso con “Trastornados”.

Sucede que este show esta pensado, dirigido, coreografiado e interpretado por un grupo de talentosos artistas como los son los integrantes de grupo Zapping. Artífices de grandes éxitos en las temporadas marplanteses anteriores, el grupo se enfrenta con el desafió de incorporar a su rutina grupal armada y probada, una serie de elementos ajenos a su oficio y a su ámbito netamente teatral. El trabajo realizado por Carlos Guedes y Cristhian Barbieri desde la dirección del espectáculo es encomiable y plausible, logrando engarzar dentro de la estética de Zapping a estos elementos heterogéneos y de dispar talento.

Con un armado y ritmo vertiginoso, el show se desarrolla dentro de la estructura del music hall, con monólogos, canciones, skechets y cuadros de bailes, con el habitual buen gusto del grupo en cuanto a la realización del cuantioso vestuario y la acertada puesta de luces. Pero lo destacable dentro de Trastornados es la precisa puesta en escena en un escenario con limitaciones en cuanto a sus dimensiones. Cuadros musicales como los del inicio y el final del show, y el homenaje a la música de los años 60 y 70, donde todo el elenco baila sobre el escenario y tienen destaques individuales, muestra el crecimiento de Guedes y Barbieri en este rubro, tanto en la parte creativa como en la realización coreográfica.

Desde el elenco, no es sorpresa que Daniel “Tota” Santillán canta bien, tiene carisma y llegada con el público y lo deja demostrado una vez más en esta oportunidad. Junto a él, son destacables las oportunas intervenciones de todos los integrantes de Zapping en cuanto a lo interpretativo. Grato resulta descubrir gente con futuro en los escenarios como el caso de Mariana Diarco o lo que puede brindar las mellizas griegas cuando están marcadas y bien dirigidas como en el gracioso cuadro del baile griego. En contraposición a esto, la bella e inexpresiva de Valeria Degenaro y la demagogia política y crítica vacía hacia el mundo de los mediáticos en boca de Jacobo Winograd no aportan nada artístico al show.

Trastornados es un music hall que cumple de manera efectiva con los postulados del género: brindar un espectáculo estéticamente agradable, entretenido y ágil, en donde el público salga de la sala con una sonrisa. Todas cualidades que el Grupo Zapping viene ofreciendo desde hace años y que en esta temporada continúa haciéndolo desde la sala de La Campana con todo el oficio y la energía que estos cómicos de la legua nos acostumbraron a disfrutar.