Luisa Fernanda

Por Fabián D´Amico

Desde su estreno en 1932, Luisa Fernanda es quizás una de las zarzuelas más representadas en nuestros escenarios y en particular en el teatro Avenida -ganado por el bell canto y cuyos orígenes son netamente hispánicos-. Esta comedia lírica en tres actos, con música de Federico Moreno Torroba y libreto de Federico Romero Sarachaga y deGuillermo Fernández-Shaw Iturralde relata las desventuras amorosas y bélicas de un grupo de madrileños en momentos previos a la revolución y el posterior destronamiento de Isabel II.

La protagonista de la historia esta enamorada de Javier, un joven capitán del ejército del que hace mucho que no sabe nada. La llegada de éste la toma por sorpresa aunque más la asombra el desparpajo de una duquesa quien intenta conquistar a su amor. Un cuarto personaje entre en la discordia de la pareja: Vidal Hernando. Terrateniente mayor que Luisa, demuestra cuanto la quiere y estar dispuesto a esperar por su amor.

El encuentro entre la joven, la duquesa y Javier termina por herir los sentimientos de la primera. Una pelea por amor que se traslada al campo de batalla por la derrota de la monarquía, Vidal es abatido junto a los revoltosos aunque gana en otro campo, ya que Luisa acepta casarse con el.

El traslado de Luisa al campo de Vidal, la añoranza por ese joven amor, el reencuentro a escondidas con Javier y el final feliz para los enamorados y la entereza de Vidal coronan el fin de este melodrama musical.

Una versión completa, fiel a la original y con una lograda dirección de Alejandro Cuesta, quien obtiene un rendimiento actoral plausible, es la ofrecida actualmente en el Teatro Avenida.

Una puesta simple y austera desde lo técnico da lugar al disfrute de grandes interpretaciones liderada por la brillante performance de Enrique Gibert. Su interpretación está plagada de matices y sentimientos, y lo demuestra tanto en Por el amor de la mujer que adoro como en Ay, mi morena, dos momentos difíciles de olvidar de la noche, tanto por la calidad interpretativa como por los aplausos de una fervorosa platea. La Luisa Fernanda de María Luján Mirabelli es equilibrada tanto en lo vocal como en la actuación, y ofrece una emotiva escena final.

Junto a ellos, una correcta Laura Rizzo como la duquesa y un deslucido Rodrigo Mora en el papel de Javier, más atento a la marcación del director de orquesta que a su personaje, completan el elenco protagónico, secundado por buenos actores como Alejandro Cuesta y Eugenia Montes y dos jóvenes, que en papeles mínimos, se destacan vocalmente del resto: Ariel Maida y Marcelo Veronessi.

Desde lo musical, una orquesta bien dirigida por Ronaldo Rosa aunque en ocasiones con un volumen que opacaba ciertas voces, en especial la de Mora. Excelente dirección vocal de Gustavo Codina, con un lucimiento del coro en la Mazurca de las sombrillas y En una dehesa de la Extremadura, con una decisión de la dirección de presentar esas escenas casi sin coreografía. Un aplaudido quinteto de bailarines demuestra su arte en el tercer acto capitaneados por el Maestro Terceiro.

Luisa Fernanda habilita una nueva oportunidad de disfrutar de lo más grande del género chico español en una lograda propuesta de Alejandro Cuesta.