El travelling de Hochman

Por Silvia Sánchez

Travelling: interesante propuesta en la que el cuerpo, desafía todas las convenciones.

Junto con integrantes de su escuela de circo La arena, Gerardo Hochman ideó Travelling: un espectáculo que plantea una estrechísima relación entre el video y la acrobacia.

“El espectáculo ofrece distintos puntos de vista sobre cada escena y pone en funcionamiento un diálogo entre el lenguaje del circo (con sus hazañas y destrezas) y los del cine y el video”, afirma este director que desde 1992 comanda uno de los espacios más serios y prolíficos en cuanto a materia de circo se refiere.

Nueve actores-acróbatas y bailarines (seis hombres y tres mujeres) le ponen el cuerpo -así, literalmente de poner el cuerpo- a los diferentes estímulos que la puesta plantea. En tal sentido, los disparadores a los cuales habrán de responder son muchos y una única premisa parece guiarlos en el recorrido: el cuerpo lo puede todo.

Entonces ese cuerpo todopoderoso se acopla a la excelente música de Sebastián Verea; se introduce en un televisor, juega con un aro o con pelotas o con bufandas y sobre todo, se enfrenta con la tecnología de la mano de una cámara que filma a los protagonistas (y filma lo que uno siempre quiso ver: la cara del que está en las alturas) y de un espectáculo que se mueve a fuerza de categorías heredadas del video como play, stop y otras tantas. En cualquier circunstancia, el cuerpo no solo sale airoso sino que también es un protagonista absoluto.

Travelling está armado en base a cuadros y si bien todos son parejos, el público parece disfrutar más de aquellos que implican mayor peligro.

Con coreografía de Carolina Della Negra y Lucas Condró, escenografía de Duilio della Pittima, diseño de video de Daniel Calvo y música original de Sebastián Verea, Travelling amalgama lo natural y lo artificial sin que se note la costura.
Paula Basso, Lucas Bustos, Diego Coletta, Florencia Grop, Ana Manera, Pablo Prámparo, Federico Robledo, Martín Samanna y Martín Umerez son los responsables -junto con Gerardo Hochman- de llevar al espectador por un viaje en donde el cuerpo -parafraseando al director- se ha ganado de manera merecida un primerísimo primer plano.