Eclipse total del humor

Por Fabián D´Amico

Glamour, lujo y diversión en un show humorístico musical.

Cuando cae el sol en Mar del Plata, la fisonomía de la calle Rivadavia, una de las principales arterias peatonales de la ciudad, cambia radicalmente. Hombres ataviados con extravagante ropa y maquillaje de mujer invaden la calle y se mezclan entre los transeúntes. Lo que pareciera ser un espectáculo grotesco es en realidad una fiesta familiar. Desde sorprendidas abuelas hasta asombradas criaturas se toman fotografías con estos peculiares personajes. Sucede que en esa calle se encuentran varios espectáculos de transformismo y los actores salen a ofrecer sus propuestas. Shows destinados, en otras ciudades, a un público especifico y realizado en ámbitos alejados del circuito comercial, encuentran en Mar del Plata un sitial privilegiado junto a los céntricos teatros de mayor concurrencia y son consumidos por un publico heterogéneo, en su mayoría, familias enteras.

Una de estas propuestas es “Eclipse total del humor”, show humorístico musical que se presenta en el Teatro Olimpia. Desde hace seis temporadas, Pablo Millán viene ofreciendo en esa sala espectáculos de transformismo, con alto nivel de producción y de exquisito buen gusto, que cuenta con el aval del público que noche a noche colma la capacidad del teatro.

Este éxito no es gratuito sino sostenido por el respeto que Millán tiene hacia el público. Es común ver en este tipo de espectáculos, con la excusa de ser un “show interactivo” que se use a gente del público como parte del espectáculo, haciéndolos subir al escenario, burlándose de ellos y en ocasiones llegar a mojarlos o ensuciarlos.

En Eclipse total de humor, los artistas están en escena, y con su talento sobra como para ofrecer un espectáculo de inusitado nivel dentro de su género.

Pablo Millan presenta un espectáculo de transformismo tradicional, en donde se imitan mujeres y no figuras o estrellas, con dinamismo y excelente factura, tanto en la parte artística como de producción. Con un original paso de comedia que abre el show, desopilantes cortinas de fono mímica, ácidos monólogos y cuadros musicales, “Ecplipse total del humor” está lujosamente presentado, con vestuario, maquillaje y pelucas de primer nivel, tanto en cantidad como en calidad, que muchas grandes compañías de revista añorarían tener, con un precisa puesta de luces, proyecciones y sonido que realzan la representación.

El alto nivel de producción se mantiene en la parte artística. Pablo Millán tiene una llegada especial en el público. Verborrágico, histriónico y en ocasiones con un lenguaje un tanto procaz, arranca carcajadas del público, siendo su momento de gran lucimiento, el cuadro del musical “El beso de la mujer araña”. A su lado, Gonzalo Costa demuestra dominio escénico y excelente manejo de la fonomínica, siendo festejadas cada una de sus participaciones (precisa y efectiva su representación de Alejandra Rampolla), y plausible su intervención en el cuadro de tango.

Párrafo aparte merece Carlos Debat. Bailarín, que pone de manifiesto su magnifica técnica junto a un afiatado ballet en los cuadros de salsa, tango y folclore. Pero más allá del virtuosismo técnico de Debat, este transmite desde el escenario glamour y alto grado de sensualidad, logrando que el público entre de lleno en el juego propuesto por el transformismo, el de aplaudir a la vedette que se representa y no al bailarín que la representa.

Glamour, lujo y diversión en un show altamente recomendable, que prestigia la cartelera marplatense y que logra acercar al gran público una disciplina reservada para unos pocos.