Dominó: un exquisito juego de artistas

Por Fabián D´Amico

Buen gusto, profesionalismo y una descollante Sandra Guida, en un music hall de Pachano.

Hace cuatro años que su nombre y sus espectáculos no figuraban en la cartelera porteña. Pero regresó, y con él, todo el buen gusto, refinación, glamour y brillo a los que tiene acostumbrado a su público. Aníbal Pachano acaba de presentar en el Teatro del Globo, su nuevo producto: DOMINÓ; EL MUSICAL. Hablo de producto, ya que, desde hace 25 años, con la creación de BOTTON TAP, sus shows son productos de una marca registrada y sinónimo de un género: el music hall. Si bien es cierto que Botton Tap, como grupo, dejó de realizar presentaciones hace varios años; el espíritu, la idea y la concepción de los espectáculos se han mantenido en todas las producciones encaradas por Pachano. En esta ocasión, DOMINÓ es el show más personal de los ofrecidos por el director.

Estructurado en dos partes, muy diferentes una de la otra, Dominó nos presenta una mirada y una estética muy particular. Ya no hay vaporosos vestidos, elegantes frac y sombreros de copa, con melodías jazzísticas que nos retrotraían a las películas de Fred Astaire. Sobre todo, en la primera parte del show, es todo un descubrimiento y lo demuestra el silencio, la atención de la platea y los aplausos al final de cada actuación. Cuadros orientales, con algo de circense, mucha de la tan usada técnica de tela y un toque apenas del brillo de broadway o hollywood, marcan la mayor parte del primer acto. Pero el número principal de éste, tal vez, demasiado extenso, nos transporta a través de la música y la puesta, a un sitio que podría ser perfectamente el bosque ideado por Shakespeare para su “Sueño de una noche de verano”. Climas oníricos, creados por la música, la danza y el vestuario, hacen recordar a los números temáticos utilizados en la época de esplendor de la revista porteña, en donde había lugar para el destaque de cada uno de los integrantes. Aquí, ocurre algo similar, en donde sobresale la excelente concepción del vestuario, el virtuosismo de los bailarines; en especial, el logradísimo NESSUN DORMA con la interpretación vocal de Nicolás Martinelli, mientras en la tela demuestra su destreza, Alejandro Lavallén.

En la segunda mitad del show, el clima cambia y asoma tímidamente el espíritu de los primeros espectáculos de Botton. Mucha música ciudadana, algún clásico español y un breve homenaje a los 25 años del grupo. En esta sucesión de números musicales, se destacan el SE DICE DE MI, con una versión por demás descriptiva y autobiográfica de Pachano; el histrionismo de Sybil Pintos y un simpático número de clásicas melodías cantadas por el cuarteto de protagonistas masculinos de Dominó. Agilidad, dinamismo, melodías conocidas y reconocidas por el público y clima más festivo que en la primera parte, cierra el espectáculo.

SANDRA GUIDA: UN SHOW APARTE
Todo el esplendor, la elegancia, el buen gusto y la calidad que tiene este show, atributos o cualidades tan poco vistas en estos últimos tiempos en espectáculos de este tipo, se ven dimensionados ante cada aparición de Sandra Guida en el escenario. Con solo cuatro intervenciones, su sola presencia arranca aplausos del público, los cuales se transforman en ovaciones al concluir la función.

Una versión jazzeada de “Los diamantes son los mejores amigos de las mujeres”, que nos hace olvidar por un momento de Marilyn; una divertida “It’s so quit” que rompe por unos momentos el clima bucólico del cuadro, marcan sus primeras participaciones. Pero en donde Guida sobresale es en “NOSTALGIAS” donde la interprete eclipsa a la cantante, entregando un versión sanguínea y a la vez, intima.

Como es costumbre en los artistas y en estos shows, lo mejor esta en el final, y en Dominó, y con Guida, esto ocurre así. El cuadro final muestra a la artista en todas sus facetas; cantante, bailarina, interprete; y en cada una de ellas, demuestra que nació para el teatro musical.

DOMINÓ, EL MUSICAL es un music hall que prestigia a un género tantas veces abordado en nuestra cartelera, como así de bastardeado. En el programa de mano que se entrega al público, al presentar los nombres de los participes del show, menciona una palabra que resume sus cualidades: ARTISTAS.
DOMINÓ es un juego formado por una serie de fichas. En el juego que se presenta en el Teatro del Globo, cada una de ellas es un artista que Pachano desplaza, manipula, ensambla y coloca sobre el escenario de manera exquisita.