De vuelta al barrio

Por Fabián D´Amico

Un patio muy similar a un “fondo” de una casa de barrio, una mesa con dos sillones, plantas arquitectónicamente distribuidas, figuras de yeso y un infaltable enano de jardín. Sonido a grillos en una noche tranquila cuya calma es solo es interrumpida por lejanos ladridos de perros que anuncian la llegada de alguien. Aparece en escena el protagonista de la noche vestido con un piyamas y una robe. Un Calicchio al natural, de civil, sin nada de maquillaje teatral ni vestido de luces, en una noche de desvelo. Oportunidad única para compartir con quien quiera escuchar sus vivencias como un vecino más de un barrio porteño.

Comienza ahí una peculiar experiencia teatral cuyos propósitos son explicitados directamente por el protagonista: divertirse, divertir y cantar. Tres metas que a lo largo de la performance se cumplen de forma certera en un relato tan simple y lineal como efectivo. Su infancia, el barrio, la cuadra de su casa y sus personajes, que van desde los comerciantes hasta los vecinos, sin dejar de lado a las chusmas y las solteronas. Una peculiar familia, la escuela primaria, los gustos musicales heterogéneos de su entorno y sus ídolos de la infancia que son compartidos por todos quienes hayan nacido a finales de los 60. Una historia personal, contada y cantada en primera persona pero que a todos emociona, divierte y apela a una nostalgia nada melancólica.

Si bien la historia cumple con la premisa de entretener, el plus del espectáculo es el rol de Calicchio como cantante en temas musicales ajenos a su registro de intérprete de comedias musicales. calicchio.om.ar permite el disfrute de canciones populares, folclóricas, románticas y temas especialmente escritos para el unipersonal en una excelente interpretación con el mínimo acompañamiento de un piano. Canciones que tímidamente el intérprete invita a la audiencia a cantar junto a él, sin sospechar la mágica comunión que se vive al instante donde toda la sala realiza un coro soñado por cualquier cantante. Vínculo que se afirma y consolida cuando Calicchio comienza el relato de su adolescencia y primera juventud con temas de rock nacional que argumentan sus historias de amor.

Más de 90 minutos de anécdotas de un niño-joven-hombre de Liniers, que el público puede trasladar a su propio barrio y vivencias. Un tiempo que pasa inadvertido por la mágica comunicacional que provoca Omar Calicchio desde el escenario en su triple rol de actor, cantante y director de su propia obra y vida. Una noche de teatro placentera, un actor integral y una divertida propuesta de teatro musical sin más pretensiones que la de entretener.

Fotos: Russarabian