El centésimo mono, es un producto único en su especie; hay que verlo antes de que se extinga, aunque sería auspicioso que lograran preservar la especie.
Hace mucho, mucho que algo no me sorprende. Quizás por deformación profesional, quizás por las propuestas que presencié últimamente, quien sabe… pero ver “El centésimo mono” no solo lo logró sino que me emocionó e invitó a la reflexión. ¿No será mucho? Créanme que no.
La anécdota es simple: transitaremos la intervención quirúrgica del protagonista desde su anestesia general hasta el término de la misma. Pero él es un mago, y esa es la llave de este juego de fusión entre la magia y el teatro, entre la vida y la muerte.